Colectividades 2020: «Aprendí castellano leyendo novelas de Corín Tellado»
Jouilette Toumani de Massoud es oriunda de Siria y participará del ciclo municipal Guardianes de Tradiciones, que busca visibilizar a adultas y adultos mayores de las distintas comunidades.
Mantener vivas las tradiciones
Jouilette nació en Alepo, una de las ciudades más pobladas de Siria, aunque creció en Damasco. “Cuando llegué a la Argentina sólo hablaba árabe y francés, y como no tuve que ir a la escuela porque ya había terminado la secundaria en Siria, aprendí el castellano sola, leyendo revistas como Nocturno y las novelas de Corín Tellado. Al principio no entendía nada de nada, pero despacito y con mucha paciencia fui aprendiendo. Igual se nota cuando hablo que soy extranjera”, aclaró en un perfecto español.
La mujer recordó que en las primeras ediciones de las Colectividades llevó sus propias pertenencias, traídas de medio oriente, para exhibirlas en la feria. Y aunque sus parientes participan activamente en la comisión organizadora (su hijo, por ejemplo), ella va más que nada a disfrutar. “¡Me encantan nuestras danzas, los trajes! Bailé mucho tiempo, me encantaba hacerlo, y por suerte a mi marido, que era hijo de árabes, también le gustaba mucho”, destacó risueña.
Según su experiencia de gran cocinera, la mejor forma de mantener vivas las tradiciones de su pueblo entre las nuevas generaciones es, sin dudas, a través de la comida. “De las cosas que ustedes conocen: las empanadas árabes, el falafel, el shawarma, las hojas de parra. A los chicos eso les encanta, incluso uno de mis yernos, descendiente de italianos, aprendió a cocinar comida árabe», contó orgullosa Jouilette al mencionar a su familia. Y luego, aclaró: «Toda la comida del pueblo árabe es muy parecida, es casi la misma, aunque puede cambiar algún sabor, o algún condimento según el lugar. Es lo mismo que pasa entre ustedes con las empanadas: hay salteñas y tucumanas, pero son todas empanadas argentinas», ejemplificó nuestra guardiana de tradiciones designada para esta ocasión.
Argentina árabe o árabe argentina
Cuando era soltera, trabajó como empleada de comercio en los negocios que tenía su tío en la emblemática calle San Luis, corredor comercial que alojó a diversas colectividades extranjeras que eligieron a Rosario para empezar de nuevo. Al recordar aquellos años de recién venida, Jouilette reconoció que no sufrió tanto el desarraigo. Sin embargo, ahora la nostalgia aprieta. “Cuando llegué tenía toda la juventud, los tíos, los primos, las primas, las fiestas en el club, las reuniones. Ahora que estoy más grande se extraña. Después pude volver dos veces a Siria y la verdad es que me gustaría volver una vez más”.
Por último, la integrante de la colectividad siria se refirió a su identidad y afirmó: “Yo quiero mucho a la Argentina, quiero que le vaya bien. ¡Mirá si no la voy a querer! Acá me casé, tuve hijos, nietos, toda mi vida en Argentina. Mi nacionalidad es argentina árabe, o árabe argentina, es lo mismo. Son mis dos patrias”.


