El ABC del ACV: claves para actuar a tiempo
Un abordaje integral sobre el accidente cerebrovascular (ACV): cómo prevenirlo, cómo identificarlo, y qué hacer ante su aparición.
La agrupación juvenil Rotaract Club Rosario Sud organizó junto a su club rotario patrocinador la charla “El ABC del ACV”, dictada por el médico Martín Fernández, residente de segundo año del Servicio de Neurología del Hospital Provincial del Centenario. Lo acompañaron los doctores Román Martínez Lorenzin, Cristian Espona y Diego González, también residentes del sector.
En su exposición, el doctor Fernández explicó que el ACV es la tercera causa de muerte en el mundo después de las enfermedades cardiacas y del cáncer, la primera causa de discapacidad y la segunda de demencia. En Argentina, ocurren 126 mil casos al año.
¿Qué es el ACV?
El accidente cerebrovascular o ictus es la instalación aguda de signos clínicos que reflejan una disfunción focal o global del cerebro, de causa vascular.
Existen dos tipos, el derrame cerebral (hemorrágico), que representa el 15 por ciento de los casos; y el infarto cerebral (isquémico), que aparece en el resto de los pacientes. En el primer caso, es causado por la ruptura de alguna arteria del cerebro, mientras que, en el isquémico, se manifiesta una obstrucción que detiene el flujo de sangre al cerebro.
Factores de riesgo
Existen algunos factores de riesgos que no pueden modificarse, como el antecedente de familiares con ACV, la edad, el sexo masculino, el padecimiento de ictus previos o infartos silentes en la neuroimagen.
Sin embargo, actuar sobre los factores de riesgo evitables incide considerablemente en la prevención de esta disfunción cerebral.
¿Cuáles son estos factores que podemos modificar?: presión arterial alta, tabaquismo, diabetes, problemas cardiacos (fibrilación auricular), alcohol, colesterol alto, drogas (cocaína), alteraciones de la sangre, anticonceptivos orales, sedentarismo, obesidad, dentadura en mal estado, enfermedad carotidea y procesos infecciosos.
¿Cómo identificar un ACV?
Existe una serie de signos de sospechas, muy fiables, que pueden ser fácilmente detectables. Con la aparición de sólo uno de ellos, existe un 72 por ciento de posibilidades que esa persona esté sufriendo un ictus.
La denominada escala Cincinnati evalúa tres indicios: la pronunciación del nombre de la persona, la sonrisa y el alzamiento de ambos brazos.
El test:
Intente sonreír (asimetría facial): Se le dice al paciente que muestre los dientes o sonrisa. Normal, al mantener la simetría. Anormal, si no mueve un lado de la cara.
Alce ambos brazos (movimiento de los brazos): Se le dice al paciente que cierre los ojos y alce los brazos durante 10 segundos. Normal: si los brazos se mantienen en la misma posición. Anormal: un brazo no se mueve o no existe simetría.
Pronuncie su nombre (evalúa el habla): El paciente tiene que decir una frase, como su nombre completo. Es normal si usa las palabras completas. Anormal, cuando las palabras no son claras, correctas, o es incapaz de hablar.
¿Cómo actuar?
El doctor Martín Fernández resaltó la importancia de la consulta inmediata, antes de las 6 horas, para prevenir que aumente el área de lesión en el cerebro.
En Rosario existen tres unidades denominadas Stroke, especializadas en la actuación dentro de estas primeras horas. Las mismas se encuentran alojadas en el HECA (Hospital de Emergencias Clemente Álvarez), HPR (Hospital Privado de Rosario) y Sanatorio Parque. Allí, se busca atender en tiempo y forma a los pacientes que presenten una situación cerebrovascular, destapar la arteria, y disminuir los índices de morbilidad y discapacidad.


