jueves, noviembre 6, 2025
Comunidad

La Merced: La necesaria contención en épocas de pandemia

Hace casi un año, en pleno crecimiento de la pandemia, llegaba a la parroquia Nuestra Señora de la Merced el presbítero Ernesto Fernández. Eran meses con un escenario similar al actual: permanecía cancelada cualquier visita a los barrios, inhabilitado el contacto con la gente e impedida la celebración de la eucaristía.

La necesaria contención en este contexto debió ser asumida desde la virtualidad y el calor de la palabra para quienes la necesitaban llegó a través de llamados telefónicos. Cuando el marco impuesto por las medidas sanitarias lo permitió, nacieron iniciativas para acompañar a los barrios y a sus vecinos. Sin embargo, la circulación del virus no dio tregua, y hoy se imponen medidas de aislamiento con cierre de los templos.

En concordancia con la Conferencia Episcopal Argentina, el padre Ernesto manifiesta la importancia de acompañar desde la iglesia, entendiendo que “la fe es la que sostiene la angustia del corazón en momentos difíciles” y que “la salud no es solamente no enfermarse de coronavirus”.

Mientras esperan ser escuchados por las autoridades –para reincorporar la celebración de las misas con aislamiento, ventilación y cuidados, en grupos reducidos–, la parroquia transmite sus ceremonias por Facebook lamerced.rosario, los sábados y domingos a las 18, y los domingos a las 11.

Cerca de la gente

La parroquia dirigida por el padre Ernesto, acompaña a los barrios Mangrullo, La Paloma y Colectora de Circunvalación, con asistencia alimentaria a los comedores y apoyo escolar en la Capilla María Madre de los Niños (Mangrullo).

Vale resaltar que, por estos tiempos, Cáritas reforzó su contribución de alimentos. En tanto, un grupo de docentes de la escuela dependiente de la parroquia dona parte de su sueldo para sostener la ayuda escolar a los pequeños que asisten a la capilla.

Párrafo aparte merece el acompañamiento a los enfermos. El dolor se hace notar en el padre Ernesto, por quienes dejaron este mundo sin poder recibir su deseado sacramento.  Respetuoso de las medidas sanitarias, entiende y respeta las restricciones, pero también levanta la voz por quienes necesitan caricias a su espíritu en momentos difíciles.

En un breve resumen de más acciones realizadas para estar cerca de la gente, La Merced sostiene la Pastoral de embarazadas que acompaña en las necesidades económicas y afectivas, trabaja en conjunto con otros credos en pos de quienes lo necesitan y agudiza el ingenio para celebrar las fiestas cristianas dentro del marco de las disposiciones vigentes.

Ejemplo de ello fue la cena de los doce Apóstoles, cada uno de ellos representado por burbujas de parejas de jóvenes a la espera de un bebé. Retrocediendo unos meses más en el calendario, para Navidad visitaron los seis geriátricos de la zona, y guitarra en mano entonaron villancicos para alegrar desde la calle a los corazones de los residentes.

A la distancia, pero cerca de su gente, la última acción de la parroquia fue llevar la fiesta del Corpus Christi a las calles del barrio. El propio padre Ernesto –quien posee permiso para circular– fue el encargado de emprender un recorrido en camioneta junto al cuerpo de Cristo para que los feligreses se sientan cerca de esta especial celebración católica.