lunes, noviembre 10, 2025
Los BarriosSaladillo

Operativo paleontológico a la vera del Saladillo

Un verdadero tesoro paleontológico descansa sobre las márgenes del arroyo Saladillo. Restos pertenecientes a un mastodonte fueron hallados recientemente por un pescador. A días del descubrimiento y a tan sólo unos metros, el propio vecino de barrio La Isleta señaló, al equipo de Patrimonio Cultural de la Provincia, restos fósiles de otro animal prehistórico que asoman sobre la barranca. Hasta su extracción, no se conocerá a qué especie corresponden.

Ambos esqueletos ponen en el centro de la escena las laderas de este arroyo ubicado en el límite sur de la ciudad de Rosario, donde años atrás fue encontrado un gliptodonte, al igual que infinidad de piezas óseas descubiertas por los vecinos, muchos de ellos sólo resguardados por la memoria colectiva de barrio Saladillo.

 

El hallazgo

Ricardo Ponce vive en barrio La Isleta de Villa Gobernador Gálvez. Mientras pescaba junto a su cuñado José reconoció que asomaba de la barranca centímetros de –lo que no dudó– sería un hueso. La curiosidad lo llevó a escarbar con un cuchillo para ir retirando cada una de las piezas que se presentaba ante sus ojos.

Haber trabajado como carnicero le permitió reconocer el primer elemento extraído como una costilla, pero aún creía propiedad de algún animal arrastrado por la corriente. Descartó esta primera hipótesis al desenterrar el húmero, de un peso superior al de vacas y caballos. La confirmación llegó tras descubrir la mandíbula, de notable diferencia respecto a las especies por él conocidas.

El equipo de Patrimonio Cultural de la Provincia explicó que se trata de un mastodonte recién nacido, de 15.000 a 25.000 años de antigüedad. “Es re novedoso haber encontrado un neonato, porque no han aparecido y nos permite realizar nuevos descubrimientos”, explicó entusiasmado Luciano Rey, subdirector del área dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura.

Señaló que la mandíbula del ejemplar presenta molares sin desgaste, con piezas dentarias sin eclosionar. Estas particularidades dejan adelantar que se trata de un neonato de una altura similar a la de un ternero, pero que en edad adulta la especie adquiría una altura de 4 metros y un peso de hasta 6 toneladas, similar a los elefantes actuales de mayor tamaño.

 

Mamíferos gigantes

El mastodonte forma parte del elenco de la megafauna que habitaba la región pampeana, extintos hace aproximadamente 8.500 años. A modo gráfico, el especialista Luciano Rey citó la película La Era del Hielo para enumerar los mamíferos que ocupaban la zona: el tigre diente de sable, perezosos como el megaterio, o la macrauchenia y el gliptodonte, encontrados estos últimos en Arroyo Seco y el Saladillo, respectivamente.

Vale resaltar que el gliptodonte y descubrimientos anteriores, impulsaron en 2012 la declaración, de la zona comprendida por este tramo del arroyo Saladillo, como Yacimiento Arqueológico de Rosario.

Los hallazgos poseen una importancia paleontológica de magnitud, tanto a nivel científico como en un sentido patrimonial comunitario.

Por un lado, los restos óseos aportan datos sobre los sucesos que acontecieron en la época, y dejan conocer sobre el ambiente donde habitó esta megafauna, la composición del conjunto de animales y su comportamiento, y la flora de la región.

En cuanto a la relevancia como patrimonio comunitario, “el descubrimiento habla del maravilloso mundo por descubrir que hay en el lugar donde vivimos”, resaltó Rey.

 

Trabajo conjunto

El lunes 2 de septiembre comenzaron los trabajos de extracción por parte del equipo de Patrimonio Cultural de la Provincia, a cargo de la paleontóloga Luz Irazábal.

Las piezas son retiradas junto al sedimento que las rodea, para conservar los restos óseos de manera adecuada. Luego serán fortalecidos y trabajados en conjunto con la comunidad en el Museo Malatesta de la vecina ciudad.

Los especialistas a cargo solicitan a quienes viven en la zona que, en caso de encontrar algún resto fósil, se comuniquen con el Centro Único de Patrimonio de la provincia, y evitar retirar los huesos por el alto riesgo de quebrarlos. “Nosotros nos acercamos y les enseñamos la técnica para rescatarlos y poder contar una historia a partir de ellos”, señaló el subdirector de Patrimonio Cultural.

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